“Sos mujer, no te puede gustar el fútbol”, “¿por qué te gusta
el fútbol?, ¿acaso sos lesbiana?”, “sos un machito”, “dejá de hacerte la que te
gusta el fútbol”. Frases como estas, he escuchado a lo largo de lo que va de mi
vida. Frases como estas que tanto duelen, que tanto lastiman. Que tan mal
hacen.
Soy mujer y si, amo el fútbol, tanto como lo puede amar un
hombre, tanto como lo puede amar cualquier persona de este planeta. ¿Por qué
dudan ante cada comentario futbolero de una mujer?, ¿por qué tenemos que seguir
los estereotipos sociales que afirman que hay deportes de mujeres y deportes de
varones?, ¿por qué hay gente con la mente tan retrograda, tan machista, tan
cerrada y tan cruel?, ¿acaso hay una razón biológica que indique que las chicas
no podemos entender lo que es 9, un 2, un 3?
El machista que cree que por el simple hecho de pertenecer
al sexo femenino, no tengo noción del deporte más lindo del mundo, no sabe la
alegría que me produce ver a mi equipo, las lágrimas que derramo ante observar a mi club y a mi querida selección perder y mi sonrisa irradiante frente a una victoria. El machista desconoce
cuánto amo ver a la caprichosa desplazándose por el verde césped, con un vaivén
que constituye una danza irregular, pero la vez única.
¿Qué sabrá el que me señala con el dedo, de las noches en
las que no pude dormir, porque el llanto de la derrota, no abandonaba mi
alma?, ¿qué sabrá de los encuentros en los que dejaba todo y más en la cancha,
para encontrar la victoria?, ¿qué sabrá de las veces en las que quedé afónica
por alentar a mi equipo?, ¿qué sabrá él de mi sentimiento por el fútbol?, ¿qué
sabrá de los momentos felices que viví y vivo gracias a este deporte?, ¿qué
sabrá de mis gritos desaforados ante las incidencias de un partido, de mis
sueños en base a la pelota, de cómo el corazón parece salirse de su lugar cada
vez que una exclamación de “gol” sale de mi garganta?, ¿qué sabrá de la vida,
si su mente es cerrada?
Ser mujer y futbolera implica demostrar en cada instante
que se sabe, a diferencia de los chicos, cuándo no tendría que ser así. Vivimos
en un país machista, un país en el que la opinión del hombre tiene más peso
que la de una dama. Un país en el que somos burladas y hasta cuestionan
nuestra feminidad por sentir fanatismo por este deporte, como si amar a esta disciplina y ser una chica fuera un delito a nuestra condición de mujeres.
El fútbol, señores, el fútbol, señoras, es una pasión que no
distingue colores de piel, status económico o posición geográfica. Y tampoco,
sexos. Porque algo tan lindo, tan sano, no pude ser exclusividad de un solo grupo
de la sociedad. Jamás.
Finalizo esto, pidiendo perdón a los machistas porque no
encajo en sus estereotipos. Perdón machistas por ser futbolera. Perdón
machistas, por preferir ver un partido antes que una novela, por tener un ídolo
futbolista y no cantante. Perdón machistas por llevar en el corazón una pelota
de fútbol. Perdón machistas, simplemente perdón por amar a algo que me hace feliz…
Un gran pensamiento y una gran reflexión para la sociedad , te felicito y respeto :)
ResponderBorrarMuchísimas gracias :)
Borrar